Felicidades a las trabajadoras de la ESCEG en el día internacional de la mujer

Lunes, Marzo 8, 2021

La mujer cubana estuvo en las milicias, en la Campaña de Alfabetización, en cada programa económico y social que emprendió el naciente proceso revolucionario por entonces y en los años que seguirían; se superó a la par que trabajaba y cuidaba de los hijos, en universidades o en la Facultad Obrero Campesina durante las noches. Su integración plena y fructífera a la sociedad fue, gracias a derechos ganados y a su tesón cotidiano, una Revolución dentro de la Revolución.

No solo aprovechó con sabiduría, voluntad y orgullo cada oportunidad y espacio que le dio la nueva sociedad, sino que reclamó y ocupó nuevos espacios con trabajo constante, esfuerzo de superación y talento. Hoy, mirar a cualquier esfera de la vida nacional permite ver y comprender que la mujer no es minoría ni complementa: es protagonista e imprescindible. Es maestra o profesora y académica; está en el campo y los centros de investigación, en centros productivos y en la industria de servicios; dirige empresas y ministerios; es activa en las industrias creativas y en las artes y la cultura, en el sector estatal y el no estatal, en pequeños emprendimientos económicos y en los más importantes proyectos que garantizan el futuro del país.  En el 70% de los principales proyectos de investigación y ensayos clínicos que se están realizando como parte del enfrentamiento a la COVID-19, el investigador principal es una mujer.

También hay miles de rostros femeninos entre aquellos que cada día en la investigación científica y la atención a pacientes; en laboratorios, hospitales y en zona roja; en el aseguramiento de centros de aislamiento y en las pesquisas han llevado adelante el esfuerzo nacional contra la pandemia o han apoyado a otros países como parte de las brigadas del contingente médico Henry Reeve.

Están presentes en los diferentes niveles de Gobierno y son una voz decisiva en el Parlamento. Nunca en estos 60 años ha dejado la mujer cubana de perseverar, nunca ha dejado de educar y a la vez superarse elevando su nivel educacional y profesional. En medio de tal esfuerzo, nunca dejó de ser central en la familia, de lograr un balance entre su vida social y familiar, de responder creativa y sacrificada a oportunidades y retar y superar con audacia estereotipos patriarcales que aún perviven en la sociedad.

Llegue en este día internacional de la mujer la mayor de las felicitaciones a todas las cubanas, especialmente a las trabajadoras de la ESCEG, ejemplo de entrega y sacrificio; batalladoras en la docencia, la investigación y la innovación. Ellas han demostrado con su estirpe de Mariana que sí se puede, su participación ha sido determinante en todas las tareas de la Escuela y así lo demuestran los resultados alcanzados.

FELICIDADES!!!!!